solo cuentos
Escrito en castellano.Traducido al inglés y al alemán.
Un cuento para jovenes en 25 capitulos.
solo cuentos
Copyright © Genoveva Serra Caselles, 1995
Reservados todos los derechos.
Deposito legal V- 3480 - 1995
Valencia, Agosto 1995
Traducción, diseño de la cubierta y maquetación:
Klaus-Dieter Zorn
Ilustraciones: Ester Lluzar
Si te interesa saber porqué un gato cae al mar, o porqué dos zorros salvan a un lobo, qué hace una lombriz para ya no estar fea, o como pilotea un petirrojo un avión y siempre te has preguntado si es verdad que las ranas son unas mentirosas y qué es lo que hacen los animales en las Navidades, te aconsejo que leas este libro pero muy atentamente.
Encontrarás respuestas a estas y otras preguntas de gran interés del reino de los animales aparte de saber un poco mas de duendes y de hombrecitos.
Asi que ponte un sombrero y ven conmigo de viaje para que juntos vayamos descubriendo que los animalitos quieren ser nuestros amiguitos.
solo cuentos
Uno
El elefante y la hormiga protestona
Una vez había un elefante que cruzó toda la selva para buscar a un amiguito.
El siempre estaba triste y no comprendía como era que no tenía a nadie con el que compartir sus hazañas.
Una mañana se despertó y empezó de nuevo la marcha, solo que ese día iba a ser muy especial, ese día iba a ser el mejor de su vida.
Andando despacio como solía hacerlo, tropezó con una piedra muy grande y casi se lastimó una pata. El dijo:
- ¡Ay! y casi iba a continuar cuando se oyó una voz y además con muy mal genio.
- ¡A ver si miras donde pisas, casi me has lastimado una de mis patitas!
Y el elefante volvió su cara casi triste y cual fue su sorpresa al ver quien era la criatura que estaba brincando y protestando.
- Si, si, es a ti, a ti te digo, ten mucho cuidado sabes, o puede que te enfrentes conmigo. Si, la hormiga estaba que ardía de rabia al ver que el elefante seguía sin responder y la miraba casi aturdido.
- ¿Y bien, es que nunca has visto a una hormiga?
- Pues la verdad si, pero no con tan mal genio.
- Eso no lo sabes tu bien, como vuelvas a pasar por aquí sin tener cuidado, verás lo que soy capaz de hacer. En ese momento el elefante sonrió, y acabó su cara de sorpresa.
Se quedaron allí juntos, y hablaron de muchas cosas, los problemas que tenían ambos, la alegría de vivir, lo que les gustaba ver la luna y las estrellas, y aquellos ríos transparentes,
así que pasaba un día y dos y el elefante siempre volvía para hablar y admirar la vida junto a la que se convirtió para siempre en su amiga.
Once
Los cocodrilos
Yo sé una cosa de los cocodrilos; son envidiosos.
¿No lo sabíais?
Se pelean por nada y lo que es peor, no perdonan si otro tiene las escamas mejores que las suyas. Son presumidos y les gusta la paz y la tranquilidad.
Pero que envidiosos son.
Un día fui a un safari y todo iba bien, vimos praderas llenos de cientos de animales, todo iba a la perfección, bueno, casi todo, algún pequeño problemilla, ya sabéis lo que ocurre en los safaris. Pues bien, cruzamos un río con un barco de un buen amigo. ¡Que naturaleza! ¡Que vegetación! Y el olor es inconfundible.
Yo, claro está, desobedecí las ordenes de aquellos que tenían mas experiencia que yo, y cuando desembarcamos, ellos siguieron adelante y yo me quedé atrás recogiendo unas ramas con unas hojas muy extrañas que me interesaron en seguida y así ocurrió todo.
Sentí que algo me rozaba los pies. Algo grande y pegajoso. Se movía lento y no hacía ruido. Volví la vista y me quedé clavada de espanto.
No podía reaccionar, iba a ser comida y enterita por un cocodrilo enorme. Pensé, solo durará un momento. Es el final.
Pero en ese instante apareció otro más grande y también se puso a mi lado. Los dos me miraron y yo ya no sabía donde estaba. Así que no me moví y cerré los ojos.
Pero en ese momento los dos cocodrilos empezaron a pelearse, a ver quien iba a comerme. Aquél era un infierno. Levantaban barro con sus colas y producían ruidos extraños.
Aproveché para echar a correr.
Por primera vez en mi vida adoré la envidia y la rivalidad, pero así es la vida.
Veinticinco
La Navidad de los animalitos
Cuando llegan las Navidades todos los animalitos del mundo sienten lo mismo.
Un acercamiento y una unión. Se pasan ruidos, signos, lamentos, gemidos a través del mundo. No hay ni un solo lugar donde no existe esta comunicación.
Unos con frío, con hielo, otros con calor, con mucha o poca vegetación y todos a la vez cantan sus canciones y bailan unos ritmos preciosos.
Miran al cielo y agradecen la vida, la luz, se comunican con caricias, con gestos, depende.
Hay tantas especies. Ellos no comen turrón ni reciben regalos.
Tienen tantos regalos todos los días. El mejor para ellos es permanecer juntos y fuertes.
Todos los animalitos del mundo tienen su corazoncito. De vez en cuando sale uno un poco mas travieso que los demás y desafina adrede, pero en navidad todo esta perdonado.
La nieve caerá y borrará esas faltas.
Cuando llegue la Navidad pensad en ellos. Pues también piensan ellos en vosotros, y si no, mirad a los ojos al animalito que tenéis en casa.
Veréis que contento está, es Navidad.
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Indice
El elefante y la hormiga protestona 7
La oruga 10
El gato del puerto 13
La paloma presumida 16
El cuento de las conchas 19
El caracol resfriado 22
El pececito 25
El zorro 28
La luciérnaga 31
Los duendes 34
Los cocodrilos 37
Las ratas 40
Una historia 43
Una lombriz 46
El petirrojo 49
Los jabalíes 52
El hombrecito 55
El mono Juan 58
La cucaracha 60
Los caballos 63
La serpiente 66
Las ranas 69
Un mosquito 72
La mosca y el perro 75
La Navidad de los animalitos 78