Mi diseño industrial
La creación de mis complementos deben su existencia sobre todo a dos corrientes que se han unido en mi persona como una genética imborrable e inherente en mi carácter.
Ya desde muy corta edad era sumamente emprendedora y rebosante de ideas. Siempre quería crear para encontrar nuevos estilos y me atraía lo que no se había visto todavía, marcando diferencias.
Esta inquietud se juntaba con un sentido de belleza, con una certeza innata para la aplicación de formas y colores suaves en armonía persiguiendo el concepto de encontrar un conjunto unisonante, en complacencia y para el agrado, para el placer de los sentidos.
Los primeros ensayos como niña trazando lineas sobre papel con lápices de color se convirtieron en diseños de complementos para la mujer. Entiendo que mis creaciones deben servir para la belleza natural de la persona y así transformarla en una obra de arte.
Como cada mujer es única marcando un estilo muy arraigado en su personalidad debe existir en consecuencia una gran variedad de complementos realzando su singularidad presente.
Si cada complemento debe cumplir con las exigencias descritas, es indispensable que formen un conjunto entre sí, lo que hace necesario la proyección de lineas de creación.
La puesta a disposición de una obra completa no debería limitarse en los componentes de la vestimenta que a parte de lo presentado aquí desde luego incluye otros elementos como cinturones, guantes, chales, etc. sino también comprende el empleo de joyas con diseños muy propios.
A la impresión de plenitud no debería faltar la inclusión de nuestro sentido de olfato. Hay que acabar por tanto la obra con fragancias volátiles para las que es necesario el diseño especifico de recipientes, distintos para cada una de ellas.
Mis bolsos son esculturas útiles al servicio de la mujer.